Clint Easwood hace una película para regodearse en su magnificencia como actor. Una especie de autobiografía de sus personjes más admirados que tiene un ligero olor a despedida, a testamento. Parece resumen de toda su filmografía en una historia simple pero cargada de momentos memorables. En esta ocasión, Easwood interpreta a Walt Kowalski , un viejo curtido y atormentado por su pasado con un corazón enorme para quien tenga la sensibilidad de mirar bajo su dura mirada. Lo peor el doblaje de los que acompañan a Clint en esta historia (penoso) Aún así, una de las mejores películas del año, sin duda.
Nota: 8
Nota en Filmafinity: 8,1
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