El director de Réquiem por un sueño, Darren Aronofsky, sorprende con esta historia, simple pero intensa, en la que Mickey Rourke parece que se interpreta a si mismo en la piel de un luchador profesional. La película retrata la decadencia de unos personajes en los que la edad y los golpes hacen mella cada día que pasa. Extraordinario trabajo de Rourke que probablemente hubiese merecido un óscar
Nota: 6
Nota en Filmaffinity: 7.5
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